Un 31 de agosto, pero de 1870, en Chiaravalle, Italia, nace la creadora de la filosofía Montessori la Dra. María Tecla Artemisa Montessori, más conocida como María Montessori, científica y humanista. Su misión fue la de orientar adultos para que respetaran el desarrollo natural del ser humano, el cual va de los 0 a los 24 años, así como de participar activamente en la construcción de la paz. 

Esta gran mujer nunca dejó de prepararse, de mejorar, de descubrir, de observar. Desde los 16 años mostró que sería una mujer fuera de época al desear estudios de Ingeniería, los cuales eran considerados únicamente para los hombres. Su padre, Alessandro Montessori le pedía que no lo hiciera que mejor dedicara su formación a la docencia, labor que las mujeres podían ejercer como maestras. Su madre Renilde Stoppani, la apoyó y la impulsó para que estudiara lo que más le apasionara y deseara. 
A los 20 años, definida e impulsada por sus intereses e inclinaciones por la ciencia, ingresa en 1890 a la Universidad de Roma a estudiar un Diplomado de Ciencias Naturales que sirvió de antecedente para entrar a la carrera de medicina. 

En 1893 María ingresa a la Universidad de Roma a la Escuela de Medicina, a pesar de la oposición de su padre. Vista con sorpresa, burla y asombro, por sus compañeros de carrera, María Montessori logra ser la primera mujer italiana que se gradúa en medicina a los 26 años.
Después de un largo recorrido por la psiquiatría, la antropología y la filosofía, así como la experiencia y observación a niños y niñas en acción con materiales ideados por ella misma,  crea a lo largo de un largo proceso su hermosa y profunda metodología, la cual hoy en día lleva su nombre. 
Surge “La casa dei Bambini” en Roma en el barrio de San Lorenzo el 6 de enero de 1907, esta es la primera escuela que abre la Dra. Montessori.

A lo largo de toda su vida dedica su labor a formar adultos que desean capacitarse como guías Montessori, adultos preparados en todos los aspectos para poder ser mejores acompañantes de personas en desarrollo, a dar conferencias por diversos países del mundo en pro de la niñez y la infancia, lucha por la igualdad de oportunidades entre los géneros y se convierte en una portadora de la paz mundial. 

Ella veía en el niño y la niña la esperanza de transformar a la humanidad a través de su metodología y filosofía educativa, llevando a ellos el conocimiento de la diversidad y el respeto entre todos los seres humanos. Logrando que quienes se formaran en sus escuelas apreciaran y respetaran a la naturaleza y el trabajo del hombre y la mujer.

El contenido de sus presentaciones destila nutrientes a la mente y al espíritu, nuestros niños y niñas descubren la diversidad que existe tanto en  las características físicas de su planeta como en las personas que lo habitan. De esa manera pueden normalizar, cuidar y amar la diversidad, herramienta indispensable para ser dignos habitantes de nuestro mundo. Quien respeta y aprecia, contribuye al bien común. En el camino, en el andar, ellos mismos comienzan la búsqueda de su tarea cósmica.
Después de entregar su vida a esta hermosa labor la cual le permitió construir su pedagogía científica hoy, gracias a su herencia amorosa, muchos adultos nos dedicamos a continuar su legado, pero sobre todo un gran número de niños y niñas de todo el mundo se benefician de una educación que rompe la estructura tradicional que muchas veces forma parte de los obstáculos con los que la niñez y la infancia se topan. María Montessori falleció el 6 de mayo de 1952 en Noordwijk, Países Bajos.

Hoy decimos a esta gran mujer ¡GRACIAS! por tu entrega y trabajo. Feliz cumpleaños 150 a la Dra. María Montessori.