Dentro de los ambientes en Colomba, iniciamos cada día con un momento de silencio, de atención plena, y tomando consciencia de una intención con la que queramos trabajar ese día. La intención es elegida por los alumnos, e implica un compromiso del que todos queremos formar parte al darnos cuenta de que el llevarlo a cabo conlleva el bien común.

La intención nos guía a lo largo del día, nos ayuda a cuestionarnos y a tomar decisiones éticas que apoyan la creación de un ambiente de trabajo de paz y armonía en el que todos nos sentimos seguros, bienvenidos y felices. Nos ayuda también a girar el foco que generalmente está puesto en nosotros mismos hacia toda la comunidad, pues al darnos cuenta de que los demás, al igual que yo, desean sentirse bien podemos dirigir nuestros pensamientos, palabras y acciones hacia la creación de ese ambiente que todos queremos.

Por otro lado, nos abre la mirada y nos permite observar todo lo positivo que hay en las acciones de los otros. Es por eso que en Colomba cerramos nuestro día de trabajo reconociendo en los demás esos actos bondadosos que apoyaron nuestra intención y que refuerzan nuestro compromiso con ser co-creadores de un mundo de paz. Los invitamos a iniciar sus días teniendo una intención clara, una motivación que los guíe y de sentido a cada una de sus acciones diarias, y a que la compartan con sus hijos e hijas, pues en la medida en que ellos nos sientan comprometidos con el mundo, ellos también lo estarán.